Friday, May 25, 2007

Eléctrica


Me ha caído un rayo mientras veía llover a través de mi ventana, deseaba con ganas que pasara algo humeante, cuando una ráfaga de electricidad invadió mi cuerpo álgido. No sentí nada de inmediato, sin embargo minutos después comencé a perder la fuerza de gravedad, sí, estaba volando cual si estuviera dentro de una nave espacial viajando por el universo.

De mis dedos salían chispas de longitud mediana, mi cabello desprendía un sonido chirriante casi sutil al erizarse en su orbita. Salí de mi cuarto junto con el aire calcinado, mis pies no tocaban el suelo, ahí fue cuando comprendí que me había convertido en la mujer trueno. Al rededor de mi figura se desprendía un halo de luz mortífero. Era un resplandor.

Olía a quemado, pero mi piel estaba intacta, dentro de ella sentía correr un río de energía, entonces en ese momento una idea falaz se apoderó de mi mente: "si toco a la gente los sacaré de su letargo y vivirán eternamente".

Pero, ohh, fue mi sorpresa que al palpar lo que se moviera le provocaba una descarga eléctrica y moría de inmediato. Ahora me he quedado sola, levanto la mirada al firmamento y no distingo entre el día y la noche, porque a pesar de que el sol se esconda, el cielo no pierde su luz. Las estrellas se han apoderado de su negrura...

Sharenii

Monday, May 21, 2007

Obsesión


Me abro paso entre la multitud, a duras penas puedo deslizar mi cámara entre los apretones. La policía ya esta aquí.
La escena del crimen, un departamento de una vecindad de segunda. Todavía hay vestigios del atentado, según el policía a cargo: "fue un ajuste de cuentas entre amantes".
Uno le prendió fuego al otro, pero las llamas crecieron tanto que también lo alcanzaron a él.
Los vecinos escucharon los gritos: “hipócrita no vas a huir de mí”, en cuanto empezaron a ver las llamas. Dicen que él tenía una obsesión con el fuego, probablemente por eso el depto ardió tan rápido.
A los cuerpos a pesar de que se les podían ver las vísceras no tenían más heridas en el cuerpo. No cabe dudad que donde hubo fuego cenizas quedan.


Gabriela